martes, 17 de junio de 2008

CONFERENCIA EPISCOPAL

















La Conferencia Episcopal Española analiza el laicismo y el relativismo

Los Obispos analizan una propuesta para afrontar el laicismo y el relativismo

Se trata de un documento para impulsar la misión evangelizadora de la Iglesia

LAURA DANIELE

MADRID. Los obispos que inte­gran la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Es­pañola (CEE) analizarán hoy en su primera reunión, des­pués de la renovación de car­gos que tuvo lugar en marzo de este año, una propuesta centra­da en la misión evangelizadora de la Iglesia, con el objetivo de contrarrestar los efectos nega­tivos de la cultura del relativis­mo y del laicismo que impera actualmente en nuestra socie­dad, y que los prelados españo­les vienen denunciando desde hace ya varios años.

El texto, que estudiarán los presidentes de las 14 Comisio­nes Episcopales y los siete miembros del Comité Ejecuti­vo —que conforman la Comi­sión Permanente—, fue elabo­rado por la Comisión Episco­pal de Misiones y se hace eco délas conclusiones del Congre­so Nacional de Misiones, cele­brado en Burgos en 2003, y de la nota doctrinal acerca de algu­nos aspectos de la evangelización de la Congregación para la Doctrina de la Fe, de diciem­bre de 2007, según precisó el Episcopado. El estudio de esta propuesta, por parte de la Co­misión Permanente, será el pri­mero de los pasos del largo re­corrido que deberá sortear el documento antes de ser aproba­do definitivamente por la Asamblea Plenaria.

«Cultura idolátrica y atea»

En las últimas fechas, los obis­pos han insistido sobre el avance «de una revolución cul­tural» que pretende dejar a Dios al margen de la sociedad y relegar la manifestación de la fe al espacio de lo privado.

En concreto, el cardenal ar­zobispo de Toledo, Antonio Ca­ñizares, en una reciente entre­vista a la revista «Alba», ha se­ñalado que el laicismo es «la ideología imperante» en nues­tro país, pese a que «en nuestra Constitución no cabe el laicis­mo como ideología». Como en otras tantas ocasiones, el prela­do también defendió la presen­cia de los católicos en la vida pública como uno de los cami­nos para revertir esta ofensiva laicista. Sin embargo, a conti­nuación también reconoció que «no habrá presencia de los católicos en la vida pública si no hay experiencia de Dios».

En esta línea, el arzobispo emérito de Pamplona, Fernan­do Sebastián, afirmó, durante su participación semanas atrás en un encuentro de Dele­gados y Vicarios del Clero, que «la herida más profunda de nuestro mundo, el error básico de nuestra cultura, es preten­der buscar la felicidad y la ple­nitud del hombre en el disfrute de la existencia temporal y de los bienes materiales, olvidán­dose de Dios y de la vida futu­ra. Nuestra cultura es a la vez idolátrica y atea. Y no sabría de­cir qué es lo primero, si la nega­ción de Dios o la adoración de este mundo».

El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Várela, también se ha sumado a esta denuncia, al recordar este domingo en una misa solem­ne, con motivo del decimoquin­to aniversario de la consagra­ción de la Catedral de la Almudena por el Papa Juan Pablo II, que «el presente de la Iglesia nos obliga a ser testigos del amor de Dios».

Efectos del relativismo

La nota de la Congregación pa­ra la Doctrina de la Fe, en la que se ha basado la Comisión Episcopal de Misiones para ela­borar este documento, es muy esclarecedora sobre cómo la cultura del relativismo va indu­ciendo a desatender o dejar ino­perante la principal tarea de la Iglesia, que es el anuncio y la transmisión del Evangelio.

En concreto, plantea las difi­cultades que afronta actual­mente la Iglesia para transmi­tir la fe en sociedades en las que todo intento de favorecer la conversión a Cristo y a la fe ca­tólica se interpreta como «limi­tar la libertad». O se piensa que detrás del objetivo evangelizador «se esconde una acti­tud de intolerancia y un peli­gro para la paz».

Frente a esta situación, el documento de esta congrega­ción de la Santa Sede deja claro que el anuncio del Evangelio es «un deber y también un derecho irrenunciable, expresión propia de la libertad religiosa, que tiene sus correspondientes dimensiones ético-sociales y ético-políticas. Un derecho que, lamentablemente, en algu­nas partes del mundo aún no se reconoce legalmente y en otras, de hecho no se respeta».

La CCIX reunión de la Comi­sión Permanente también tra­tará otras cuestiones, como el desarrollo de los preparativos de la Jornada Mundial de la Ju­ventud (JMJ) que se celebrará en Sydney del 15 al 20 de julio y que hasta el momento, y por la Archidiócesis de Madrid, tiene confirmada la asistencia de só­lo 500 jóvenes. El coste del viaje parece ser uno de los mayores obstáculos a la hora de inscri­birse para asistir a esta jorna­da en la que el Papa anunciará si Madrid, como ha solicitado el cardenal Rouco Várela, será la sede de la JMJ en 2010.

La Comisión Permanente también tiene previsto efec­tuar, como es habitual, una se­rie de nombramientos, y revi­sar distintos asuntos de segui­miento y temas económicos, co­mo la marcha de la Campaña de la Renta 2008, en la que la Iglesia estrena el modelo de fi­nanciación acordado con el Go­bierno socialista en 2006.



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